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  El Palmar Quetzaltenango
 

El Palmar, Quetzaltenango

El Palmar es un municipio del departamento de  Quetzaltenango Guatemala.

El Palmar es sobre todo un municipio agrícola, el café es una de sus principales productos.

Hace muchos años, El Palmar fue casi destruida por una erupción volcánica del volcán Santiaguito. El Nuevo Palmar, fue fundada a pocos kilómetros de distancia, no obstante algunos habitantes decidieron quedarse en la antigua poblacion.

(Antiguo Palmar).

La ciudad original fue destruida casi en su totalidad por otra erupción volcánica en Julio de 1,998 a los habitantes se les dio la alternativa de volver a establecerse en El Nuevo Palmar por el gobierno de Guatemala. Los que decidieron quedarse  lo hicieron bajo su propio riesgo.Los que se establecieron en El Nuevo Palmar lo hicieron en los suburbios de esta ciudad. Unos meses más tarde, la ciudad entera fue destruida por otra avalancha de lodo de una erupción volcánica. El casco antiguo fue declarado zona de riesgo y cualquier persona que entre lo hace bajo su propia cuenta.

En octubre del 2005 el puente Samala fue destruido por la tormenta Stan, cortando una gran parte de la región suroeste del resto del país. construyendose un nuevo puente un año despues, en la actualidad esta totalmente habilitado.


CEUR
REFERENCIA HISTORICA              
  Nombrado  en  documentos  de mediados  del 
Siglo XIX  como  Santiago del Palmar1 no  se conoce  la 
fecha  exacta  de  su  fundación  como  poblado  y 
municipio;  un  dato  con  que  se  cuenta  es  el  Decreto 
Gubernativo  de  22  de  Julio  de  1873,  donde  la 
administración  liberal  ordena  enajenar  por  lotes  los 
terrenos  baldíos  de  El  Palmar.  Este  acuerdo  fue 
reformado  el  17  de  Octubre  del  mismo  año, 
asignándosele  una  extensión  de  12  caballerías, 
tierras  que  constituirían  desde  entonces  sus  ejidos 
municipales.   Con el pretexto de que al sacarlos al 
asta  pública  aumentaría  la  riqueza  del  país,  con  tal 
acuerdo  El  Palmar  perdió  parte  de  sus  tradicionales 
dominios  territoriales:  "...si  se  considera  el  poco 
provecho  que  los  indígenas  sacan  de  sus  tierras,...la 
necesidad que la Hacienda Pública tiene de fondos y la 
conveniencia  de  que  los  baldíos  en  cuestión  pasen  a 
manos de empresarios que los exploten, no sólo en su 
provecho,  si  no  en  beneficio  general  de  la  agricultura..."2    En  realidad,  tal  y  como  sucedía 
entonces con otras comunidades indígenas, sólo se estaba llevando a cabo una expropiación de 
tierras campesinas en favor de la incipiente agroexportación cafetalera. 
  Desde la segunda mitad del Siglo XIX, teniendo por marco la expansión de la división 
internacional  del  trabajo  que  convirtió  a  Latinoamérica  en  abastecedora  de  alimentos  y 
materias  primas  de  los  países  industrializados  de  entonces,  en  Guatemala  el  café  vino  a 
sustituir  al  decreciente  cultivo  de  la  Cochinilla  para  convertirse  en  la  principal  actividad 
agroexportadora.    Promovido  en  distintas  formas  por  la  clase  dominante  de  la  época,  este 
proceso estuvo acompañado de una expropiación general de tierras.  La pérdida de los ejidos 
de El Palmar  se dio precisamente dentro de  esa dinámica, ya que se  localiza en una  región 
cuya  diferencia  de  altitudes    -  de  700  a  1,000  metros  sobre  el  nivel  del  mar  -      brinda 
condiciones climatológicas óptimas para el cultivo del café. 
1  "Nosotros los comunes del pueblo de Santiago del Palmar..."  Así se inicia un documento fechado el 21 de julio 
de  1863,  donde  se  hace  referencia  a  tierras  que  El  Palmar  le  permitía  utilizar  al  pueblo  de  San  Felipe, 
Retalhuleu, desde 1845. Archivo General de Centroamérica (AGCA), sig. B., Exp. 145, LEG. 28593.
2  Diccionarios geograficos de Guatemala. Guatemala: Instituto Geografico Nacional, Tomo II., 1978, pp. 841-842Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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  En realidad, la instalación de empresarios cafetaleros en el lugar, venía dándose desde 
años  atrás  y  había  creado  ya  conflicto  con  los  indígenas,  en  la  forma  de  confrontaciones, 
destrucción de cafetales, etc.  En 1863 por ejemplo, se realizó una siembra ilegal de café en las 
tierras comunales de  la población.   La reacción de los habitantes de El Palmar y San Felipe  - 
poblado  indígena  vecino  a  El    Palmar  -    fue  la  quema  del  cultivo,  como  lo  informó  el 
corregidor  de  Retalhuleu  al  Ministerio  de  Gobernación:  "...Más  de  mil  indios  del  lugar 
denominado El Palmar, jurisdicción de Quezaltenango, han formado causa común con los de 
San  Felipe  y  han  tomado  parte  de  éstos  atentados...viendo  el  estado  de  las  cosas mandé  a 
suspender la siembra y de la misma manera las concesiones de tierras para ese efecto, pero no 
obstante los indios de San Felipe insisten en el destrozo de los cafetales". 3
  Se  trataba  de  procesos  socioeconómicos  que  los  indígenas  y  mestizos  pobres  no 
podrían  detener,  en marcha  desde  décadas  atrás  con  la  proclamación  de  la  Independencia 
política  de  1821  que  le  había  permitido  a  Guatemala  dar  un  paso  importante  de  la 
estructuración  de  su  economía  de  agroexportación.    Estos  procesos  fueron  al  principio 
contrarrestados por el carácter poco expansivo de la grana, y porque las guerras civiles post-
independentistas afectaron el funcionamiento del Aparato Productivo. 
  El  desarrollo  del  café  hacia  1860  le  imprimió  de  inmediato  otra  dinámica  a  las 
actividades  agroexportadoras,  afectando  sobre  todo  la  economía  indígena  de  subsistencia, 
cuyas  tierras  fueron  vistas  con  avaricia  para  el  nuevo  cultivo:  "¿Qué  deducen  todos  éstos 
pueblos de su  riqueza  territorial? ¿Qué  renta ofrecen a  las Municipalidades de esos pueblos 
que carecen de  los elementos necesarios para su desarrollo?...Con respecto a  los ejidos, estas 
principales fuentes de riqueza, son notablemente extensos en muchos de los pueblos indígenas 
que sólo cultivan maíz y frijol, y que hoy y mucho tiempo después no serán capaces de ocupar 
sino  una muy  pequeña  parte  de  aquella  extensión;  por  ejemplo,  San  Felipe  que  posee  38 
caballerías,  11  7/8  cuerdas  y  172  1/2  varas  cuadradas,  solo  tiene  ocupadas  en  café  1,101 
manzanas 2 cuerdas..., tienen inmensas mesetas y valles fértiles y bien regados, donde podría 
cultivarse el café, dando pingues resultados...4
  Es decir,  la nueva forma de pensar  implantada con la dinámica cafetalera, puesta en 
práctica en los territorios aledaños a El Palmar, vino a provocar situaciones de  conflicto.  Un 
documento de 1864, por ejemplo,  informaba que los indígenas de los poblados de San Felipe 
San Antonio Samayac, Santo Domingo, Cuyotenango, San Sebastián y  El Palmar, planeaban, 
3  Cambranes C., J.: “Café y campesinos en Guatemala, 1853-1897.” Guatemala: Editorial Universitaria, 1985, p. 
99.
4  IBID., PP. 93-94.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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"reunirse  todos  para  el  destrozo  de  los  cafetales  en  el  citado  Palmar,  para  comenzar  en  el 
pueblo de San Felipe y continuar en todo lugar donde lo hubiera" 5
  Pero protestas y quema de cafetales no detendrían  la ambición de  los terratenientes, 
que vieron en las tierras comunales una fuente de enriquecimiento por lo que las usurpaciones 
continuaron, en ocasiones al punto de corromper a  las propias autoridades  indígenas.   Otra 
forma  de  tener  acceso  a  ellas,  fue  a  través  de  la  implantación  -  ya  desde  1829  - del Censo 
enfitéutico; aprovechando  la penuria económica del  indígena, se  le obligaba prácticamente a 
ceder  sus  tierras  en  usufructo  a  cambio  de  un  arrendamiento  insignificante.    Aunque 
legalmente  estas  le  seguían perteneciendo  a  la  comunidad,  su otorgamiento  era por  tiempo 
indefinido,  pudiendo  el  usufructuario  trasladar  sus  derechos  a  terceras  personas.  Por  lo 
regular conllevaba a  la pérdida definitiva de los bienes, razón por la que las comunidades se 
oponían al censo enfitéutico; entonces, con el pretexto de "proteger la agricultura", los propios 
Corregidores Departamentales las otorgaban en arrendamiento6, originando con ello violentos 
conflictos, pues los indígenas nunca aceptaron pasivamente la usurpación de sus bienes. 
  La Revolución Liberal de 1871, dio la oportunidad de concretar maniobras legales que 
posibilitó  a  los  terratenientes  la  eliminación  de  obstáculos  que  impedían  el desarrollo de  la 
caficultura.    El Censo  Enfitéutico  había  asegurado  la  ocupación  de  grandes  extensiones  de 
tierras, pero sin  tener sobre ellas propiedad  jurídica; para salvar tal escollo, el 8 de enero de 
1877  se  emitió  un Decreto  que  abolía  esta  forma  de  arrendamiento,  pero  al mismo  tiempo 
establecía que  las  tierras usufructuadas bajo  esa  forma  se convertían en propiedad privada.  
De esta manera, sancionado legalmente, el proceso de usurpación de tierras comunales no solo 
se  aceleró  si  no  que  se  hizo  irreversible, dando  lugar  al  enriquecimiento de nuevos grupos 
sociales que pasaron a formar parte de la élite guatemalteca. 
  En los terrenos expropiados surgieron sobre todo fincas dedicadas al cultivo del café.  
Según  un  informe  de  1888,  sólo  el  General  Lisandro  Barillas,  entonces  Presidente  de 
Guatemala, contaba en el municipio de El Palmar con cuatro propiedades que abarcaban un 
total de 55 caballerías, donde se sembraba café y caña de azúcar7, este último cultivo también 
fomentador de la gran propiedad. 
5  AGCA, SIG. B,. Exp. 37, Leg. 25595, 22 de enero de 1864.
6  "Yo  que  por mi  posición  política  en  el  lugar  conozco  que  debo  proteger  patrocinando  a  los  laboriosos  y 
honrados agricultores, no he  tenido  inconveniente y aun he creido necesario a mi  intento el proporcionarles 
algunas  cuerdas  de  terreno  en  enfiteusis  en  el  ejido  de  San  Felipe..."  Del  corregidor  de  Suchitepequez  al 
Presidente Rafael Carrera. Mazatenango 8 de agosto de 1863. AGCA. Sig. B., Exp. 145, Leg. 28593.
7  En  total,  Lizandro  Barrillas  era  propietario  de  840  caballerias,  140  se  localizaban  el  Departamento  de 
Quetzaltenango y 7 en El Quiche.  En: “El proceso de industrialización en Guatemala de 1871 a 1900: el caso de 
la fábrica de hilados y tejidos de Cantel.   Guatemala: Instituto de Investigaciones Historicas Antropologicas y 
Arqueologicas-USAC. 1988.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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  Con la emisión del Decreto del 22 de julio de 1873, donde se le asignan 12 caballerías 
de tierra para conformar su ejido municipal, El Palmar perdió definitivamente la mayor parte 
de sus tierras comunales,  lo que sólo vino a agudizar  la situación de una comunidad que ya 
antes de la emisión del Decreto expropiatorio enfrentaba serios problemas debido a la escasez 
de  tierras8. El 6 de abril de 1886 se emitió un decreto gubernativo anexándole a el Palmar  la 
zona de Xolhuitz, con lo que el poblado obtuvo la extensión territorial de 149 Km2  que tenia 
hasta 1986. 
EL  PALMAR  RESPUESTA  DEL  ESTADO  FRENTE  A  UNA  SITUACIÓN  DE 
EMERGENCIA. 
  En 1981 El Palmar contaba con 15,647 habitantes, de ellos 13,679 en el área rural.  Del 
total  de  la  población  el  65%  era  indígena,  el  resto mestizos.9   Al  igual  que otros poblados, 
conformados  alrededor  de  los  intereses  agroexportadores,  su  población  la  ha  formado 
principalmente  asalariados  de  fincas  vecinas  dedicadas  al  cultivo  del  café  y,  mas 
recientemente, cardamomo y nuez de macadamia, productos también destinados al mercado 
internacional.  Otra  parte menor  de  la  población  se  fue  especializando  en  la  prestación  de 
servicios o en  la producción de bienes propios de un sector social de bajo consumo. En otras 
palabras,  se  trata  de  un  asentamiento  conformado  por  población  mal  remunerada  sin 
condiciones mínimas  para  poder  reproducirse  dignamente,  característica generalizada  en  la 
población trabajadora guatemalteca como resultado de un sistema económico tradicional que 
descansa en la sobreexplotación de la mano de obra. 
  Aunque la zona donde se localiza El Palmar ha sido siempre castigada por fenómenos 
sísmicos,  es  a  partir  de  1902  que  la  situación  se  agudiza  con  la  erupción  del  volcán  Santa 
María. Ya el 18 de abril de dicho año se había registrado un terremoto cuyo epicentro, según 
parece, se  localizó en el Santa María. La erupción de 1902 duró del 24 al 26 de octubre y es 
considerada    -  con  la  del  Cosiguina  en  Nicaragua  de  1835  -    como  una  de  las  dos  más 
imponentes  en  Centroamérica  hasta  la  fecha:  "A  las  ocho  se  notó  desde  San  Felipe  una 
columna  gigantesca  de  cenizas  negras  con  multitud  de  torbellinos  girantes  ferozmente, 
atravesada por millares de rayos y de  líneas curvas de  luz verdusca y roja. Todo el volcán y 
8  Asi lo destacó la comunidad de el Palmar en su escrito citado en la nota 1.
9  Censos  nacionales  de  1981,  IX  censo  de  población.  Cifras  definitivas.  Guatemala:  Instituto  Nacional  de 
Estadistica, 1985.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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sus  alrededores  temblaban  continuamente  y  enormes  detonaciones  se  oyeron  hasta  160 
kilómetros de distancia...”10
El  volcán Santa María dos semanas después de la erupción de 1902.  (fotografía en Sapper: Vulkankunde. 1927)
  No obstante  las dimensiones de  la catástrofe,  la primera reacción de  las autoridades 
fue  negarla.  La  erupción  había  sido  pocos  días  antes  a  las  fiestas  de minerva,  las  que  se 
celebraban con toda pompa el 27 y 28 de octubre de cada año, al final del ciclo escolar, y que le 
permitían  al  dictador  Estrada  Cabrera,  "Protector  de  la  juventud",  satisfacer  sus  ansias  de 
grandeza. Por ello, toda la preocupación del gobierno consistió en evitar que el conocimiento 
de  la  catástrofe  viniera  a  enturbiar  tales  celebraciones,  preparadas  este  año  con  especial 
ostentación. Cuando se volvió imposible ocultar el hecho, se llegó al extremo de afirmar que la 
erupción había sucedido en México y no en Guatemala: "...el periódico oficial y el manifiesto 
del gobierno al pueblo establecían la verdad de que la erupción se verificaba en México y que 
la república yacía en la feliz situación de siempre, al amparo del más humano y solicito de los 
10  ver  tambíen del   mismo autor Vulkankunde, Stuttgart, 1927 Sapper, C.:  los volcanes de  la América central. 
Halle: Herlag Von Max Niemeyer, 1925 P. 25. sobre la erupción de 1902.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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gobernantes.”11   Fue  sólo hasta  el  3 de noviembre que el gobierno  reconoció oficialmente  la 
situación, pero minimizando sus efectos: "El volcán arrojó una lluvia de tenue ceniza hasta la 
distancia de 14 leguas..." asegurándose que solo había ocasionado "... la pérdida de unas pocas 
fincas de café..." 12
  Sin embargo, la erupción sí había sido fatídica  - comparable en su dimensión y efectos 
tal vez sólo con los acontecimientos sísmicos de 1917-1918 y 1976 -  y había afectado sobre todo 
al  campesino  pobre  del  occidente  del  país,  donde  provocó  muerte  entre  la  población  y 
perdidas  considerables  en  la  agricultura:  "...causando  grandes  inundaciones  en  los  terrenos 
bajos, muchos  cambios  del  curso  de  ríos  y  de  las  orillas  de  la  costa  del mar.   Además,  a 
distancias  grandes  la  vegetación  y  los  animales  salvajes  eran  destruidos  o  gravemente 
dañados,  con  lo  que  las  enfermedades  entre  la  población  humana  se multiplicaron.   Duró 
meses hasta que los animales regresaron a sus lugares anteriores. Años hasta que la vegetación 
pudo  tomar  posesión  otra  vez  del  terreno  perdido. Gran  número  de  gente había muerto  a 
causa  de  las  caídas  de  casas  o matados  por  rayos  o  bombas. Grandísimos  eran  los  daños 
económicos,  porque  muchísimas  casas,  que  no  eran  protegida  por  techos  fuertemente 
inclinados, fueron aplastados debajo del peso de las cenizas, muchos caminos y puentes fueron 
arruinados por las grandes avenidas, muchas plantaciones y animales domésticos se perdieron 
a causa del calor o el peso de las cenizas caídas" 13
  Aparentemente inactivo hasta esa fecha, la erupción de 1902 provocó la formación de 
un cráter en cuyo fondo se formo un lago hacia 1903.  De entonces a 1906 continuó la actividad 
volcánica,  pero  sobre  todo  en  la  forma  de  erupciones  geiserianas,  sin  mayores  efectos 
destructores. 
  De 1906 a 1922 el Santa María permaneció en calma; en junio de dicho año se inició un 
nuevo ciclo de actividad volcánica que duró hasta 1929 y que sería especialmente fatídico para 
El palmar.   En esta ocasión, las erupciones de Santa María dieron lugar a la formación de un 
segundo  cráter,  una  "colina  lávica"  según  Sapper,  es  decir,    lo  que  después  sería  el  volcán 
Santiaguito. 
11  Arevalo Martínez, R.: “Ecce pericles, la tiranía de Manuel Estrada Cabrera en Guatemala.” San José,  Costa Rica: 
Editorial Universitaria Centroamérica (EDUCA), 1983, p.92.
12  Diario de Centroamérica del 3 de noviembre de 1902, citado por Monzón Despang, H.: “La erupción del volcán 
 Santa Maria en 1902.” Prensa Libre 23 de octubre de 1988. Se trata de una buena descripción de la catastrofe y 
de la actitud asumida por la dictadura cabrerista.
13  Sapper, C. Op.cit., P.28.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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Lado derecho, volcán Santa María. Izquierdo, el naciente volcán Santiaguito Fotografía de junio de 1922 (Sapper) 
  El 11 de noviembre de 1929 los habitantes de El Palmar vivieron ya una erupción del 
Santiaguito  con  consecuencias  dramáticas;  en  esa  oportunidad,  fuertes  lluvias  de  ceniza  y 
arena  precedieron  a  corrientes  de  lava  que  descendieron  del  volcán,  como  consecuencia: 
"...hubo considerables pérdidas de vidas que lamentar, en una noche trágica en que centenares 
de habitantes del municipio fueron víctimas de las furias plutónicas.”14  Además, se reporta el 
incendio de varias montañas, así como la destrucción de cafetales que quedaron varios metros 
bajo la lava; en esa ocasión la corriente destructora afectó 12 caballerías de terreno.15
  Desde entonces, durante la época lluviosa (mayo-noviembre) la cabecera municipal de 
El Palmar se ha visto casi siempre afectada por las inundaciones de los ríos Nimá I y Nimá II, 
que nacen en las faldas del volcán y cuyos causes se han azolvado como consecuencia de los 
materiales pétreos  lanzados por el Santiaguito. Igual cosa sucedió en 1978, año en que  inició 
para los palmarences un nuevo período de desastres. El 23 de julio, a causa del azolvamiento 
de  los  dos  ríos,  inundaciones  afectaron  a  varias  fincas  y  destruyeron  algunos  puentes, 
reportándose  en  septiembre  la muerte  de  una  persona.   Del  22  al  26  de  enero  de  1980  se 
14  Revista de Quetzaltenago, el municipio de El Palmar. Año 1937.
15  Monografía de Quetzaltenago, municipio de El Palmar. Año 1942.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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produjeron  las  erupciones más  prolongadas,  con un  intervalo de  30 minutos  a  6 horas que 
alcanzaron una altura de 2.5 Km. sobre el cono, originando flujos de lava de hasta 400 metros 
de ancho. 
  Si  bien  es  cierto,  las  inundaciones  se  producían  año  con  año  sin  alcanzar  visos  de 
tragedia colectiva, la continuidad de dicho fenómeno fue socavando la estructura física y social 
del poblado. A mediados de 1983, fuertes lluvias y la continua sedimentación del lecho de los 
dos  ríos, dio  lugar a que el Nimá  II se saliera de su cauce y  se desbordara sobre el Nimá  I, 
provocando la destrucción total de la parte baja del poblado.16 El Palmar vivió entonces el peor 
momento  de  su  historia,  lo  que  originó manifestaciones  públicas  que  exigían  la  inmediata 
intervención del gobierno central. 
Ciudad de San Marcos, ceniza proveniente de la erupción del Santa Mar{ia de 1902.  
Fotografía en Sapper: Vulkankunde (1927). 
16  Meneses,  B.:  Análisis  de  una  micro-región,  El  Palmar  y  las  políticas  de  Estado  1983-1987.  Facultad  de 
Arquitectura-USAC, Instituto de Administración Publica (INAP), febrero de 1988.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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  A pesar de que la tragedia venía repitiéndose desde hace un siglo atrás, hasta la fecha 
los gobiernos de turno no habían tomado prácticamente ningún tipo de medidas preventivas; 
en  esta  oportunidad  tampoco  se  hizo  mayor  cosa,  la  población  afectaba  simplemente  fue 
trasladada  a un  campo de  fútbol  en  la  cercana  finca  las Marías,  lugar donde permanecería, 
según las autoridades, a lo sumo un mes.  El campamento fue creciendo de manera rápida con 
la  llegada  de  otros  grupos  familiares  también  afectados  con  la  catástrofe,  algunos  de  ellos 
provenientes de caseríos aledaños. A finales de 1984,  la extensión del campo de fútbol ya no 
fue suficiente, y  la población damnificada se vio obligada a ocupar terrenos vecinos. Esto no 
sucedió  sin  conflictos,  pues  los mozos  de  la  finca  las Marías,  ellos mismos  sumidos  en  un 
mundo de miseria, empezaron a ver en la larga permanencia de los palmarences una amenaza 
a su ya precaria posesión de la tierra. 
  Con el traslado de las familias damnificadas se formó un asentamiento de cerca de mil 
personas,  aproximadamente  la mitad  de  la población urbana del municipio  en  1981, de  los 
cuales dos tercios pertenecían a la etnia Quiché. Ya antes del desastre los palmarences vivían 
en condiciones sumamente difíciles; en 1983 el índice de mortalidad en niños menores de cinco 
años alcanzo el 56.32% del total de las defunciones reportadas, mientras que la desnutrición, el 
parasitismo intestinal y enfermedades bronco-pulmonares ocuparon los tres primeros lugares 
en la tasa de morbilidad.17
  El hacinamiento en el nuevo lugar deterioró aun más esa situación, la total ausencia de 
servicios de infraestructura tuvo como efecto inmediato la contaminación del medio ambiente 
natural,    lo  que  aumento  la  tasa  de  morbilidad,  tal  y  como  se  pudo  comprobar  con  el 
aparecimiento inmediato de casos de hepatitis y enfermedades gastro-intestinales. 
  Esa  situación,  agudizaba  por  la  continuidad  de  las  inundaciones,  en  lugar  de 
despertar  una  pronta  reacción  de  asistencia  por  parte  de  Estado  y  demás  instituciones 
públicas,  sólo  fue  utilizado  con  fines  electorales  por  los  partidos  políticos  y  sus  candidatos 
expuestos para alcalde, diputado y presidente de la república, cuyas campañas proselitistas se 
desarrollaron  intensamente  desde  mediados  de  1984  a  1985.  Ya  instalada  la  Asamblea 
Nacional Constituyente, esta actitud quedó más claramente evidenciada. Con el fin de reunir 
fondos para la compra de tierras donde debía asentarse el nuevo poblado, en julio de 1985 la 
municipalidad de El Palmar solicitó a  los diputados de  la constituyente el 50% de su salario, 
propuesta  que  no  fue  aceptada  ni  siquiera  por  los  representantes  del  departamento  de 
Quezaltenango.18
17  Informes  Ejercicio  Profesional  Supervisado  (EPS), Escuela  de Medicina, Centro Universitario  de Occidente, 
1983.
18  Meneses, B., Op. cit., pp. 5-6.Centro de Estudios Urbanos y Regionales  - CEUR - 
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  Cansados de ser vistos con indiferencia o como simple objeto para llenar ambiciones 
políticas, después de casi tres años de estar sufriendo  las consecuencias del desastre natural, 
los habitantes de El Palmar optaron por encontrarle ellos mismos una solución al problema y 
se planteó la alternativa de ocupar fincas vecinas. Si esto no se realizó, fue debido a la situación 
política bastante crítica que vivía Guatemala; y porque el Alcalde de El Palmar, nombrado por 
la  dictadura militar  de  entonces y no  electo popularmente,  supo neutralizar  los  intentos de 
invasión. 19
  Esos  intentos evidenciaban claramente el grado de descontento a que habían llegado 
los habitantes de El Palmar. El ejercito, que desde 1982 había encabezado dos golpes de estado 
con la supuesta finalidad de encausar al país por la vía democrática, decidió entonces donar a 
finales de 1985 la Finca La Roseta para trasladar a la población; finca ubicada en el entronque 
de  las  carreteras  Retalhuleu-  Quezaltenango.    Pero  esta  oferta  fue  rechazada  por  los 
damnificados,  quienes  argumentaron  que  la  finca  se  encontraba  distante  del  actual 
asentamiento y, por consiguiente, de sus fuentes de trabajo.  Además, los palmarences venían 
desenvolviendo su vida en ese lugar desde tiempos inmemoriales; es decir, tenían acendrados 
vínculos no sólo con El Palmar sino con toda la región, principalmente con el departamento de 
Quezaltenango.    En  otras  palabras,  el  traslado  a  la  finca  La  Roseta  los  colocaba  bajo  la 
jurisdicción del departamento de Retalhuleu y cortaba de raíz vínculos tradicionales que son 
importantes en la vida de una comunidad. 

 
 
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